QUIROPRÁCTICA – SISTEMA NERVIOSO – SISTEMA INMUNE GASTROINTESTINAL

Hay evidencias científicas que sugieren que la microbiota intestinal juega un papel importante bidireccional en las interacciones entre el intestino y el sistema nervioso central. (El intestino interactúa con el sistema nervioso central regulando la química cerebral e influencia el sistema neuro-endocrinólogo asociado con la respuesta al estrés, ansiedad y memoria.

El organismo humano dispone de diferentes mecanismos de defensa contra agentes infecciosos. La primera barrera de defensa la forman las barreras fisicoquímicas, y la segunda, el sistema linfático.)

El primer contacto entre los alimentos y el sistema inmune tiene lugar en el tracto gastrointestinal. La microbiota intestinal y los antígenos microbianos contribuyen al desarrollo del sistema inmunitario de la mucosa intestinal. El 70-80% de las células productoras de inmunoglobulinas se localizan en la mucosa intestinal.

Muchos estudios han demostrado que las deficiencias de nutrientes causan deterioro de la función inmune en los ancianos. Incluso en personas tan jóvenes como 35 años de edad, la mala nutrición causa estragos en la respuesta inmunitaria.

EFECTO DE LOS NUTRIENTES SOBRE EL SISTEMA INMUNE

Las vitaminas, minerales y los oligoelementos ejercen un papel importante como cofactores de muchas vías metabólicas y se consideran esenciales para la integridad y el perfecto funcionamiento del sistema inmune. Algunos micronutrientes como la vitamina A (beta-caroteno), ácido fólico, vitamina B6, vitamina B12, vitamina C, vitamina D, vitamina E, hierro, zinc, cobre y selenio, ejercen efectos inmunomoduladores e influyen en la susceptibilidad del huésped a sufrir infecciones.

ENTONCES, ¿Qué alimentos refuerzan el sistema inmune?

Frutas: Aguacate, Arándanos, Granada, Kiwi, Sandía, Limón, Naranja, Mandarina, Pomelo, Coco, Papaya

Hortalizas: Brócoli, Espinacas, Ajo, Cebolla, Pimiento rojo

Hongos: Champiñones, Shiitake

Frutos secos: Almendras, Pipas de girasol, Pipas de calabaza, Nueces de Brasil, Pistachos

Carne: Pollo, Pavo.

Pescados: Salmón , Atún, Caballa

Mariscos y Crustaceos: Ostras, Cangrejo, Mejillones, Almejas, Langosta

Lácteos: Kefir

Chocolate: Negro 85% cacao

Especias: Cúrcuma, Jengribe

Infusión: Té verde, Jengibre

Aceites de: Coco, Sésamo

Alga: Chlorella

Sopa de Miso

Germen de trigo

Entonces, ¿Cómo mejora el sistema inmunológico con los ajustes quiroprácticos?

Teniendo en cuenta que la Quiropráctica actúa sobre el sistema nervioso y éste tiene un control directo sobre el sistema inmunológico, los ajuste quiroprácticos ayudan a mejoran su ¨sistema de defensas¨, corrigiendo las subluxaciones o interferencias nerviosos permitiendo restablecer la conexión entre el sistema nervioso y los órganos del sistema inmunológico. Dándonos como resultado un cuerpo más capaz de adaptarse a nuestro entorno siempre cambiante.

Ronald Pero, Ph.D, lideró un importante estudio que mostraba el efecto positivo del cuidado quiropráctico sobre la salud y el sistema inmune en particular. Se comparó el sistema inmune de personas que recibieron cuidado quiropráctico durante más de cinco años, con el sistema inmune de personas en general, y con otras que tenían enfermedades como el cáncer. Los resultados fueron: “En los pacientes bajo cuidado quiropráctico se encontró un 200% más de competencia inmunológica en relación a las personas que no recibieron cuidado quiropráctico; un 400% más de competencia inmunológica en comparación con personas afectadas de cáncer y otras enfermedades. Además, la superioridad del sistema inmune de aquellos pacientes bajo cuidado quiropráctico no disminuyó con la edad.”

Bibliografia;

  • Andersson, U. & Tracey, K. J. Neural reflexes in inflammation and immunity. J. Exp.209, 1057–1068 (2012).
  • nutricionclinicaenmedicina.com
  • Chandra, 1997; Grimble, 1997, Bhaskaram, 2002, Calder y Kew, 2002

 

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